Por más que trataron de hacernos creer que ya no se tenían sangre en el ojo, la Geisha y el musculoso se mandaron un acalorado round en la jungla. Hasta los monos presentes en el lugar compraron entradas para ver con banana en mano esta mochita.
Ni un día alcanzó a durar el tratado de paz que tanto inflaron antes de mandarse a cambiar al Amazonas. Anita Alvarado y Pablo Schilling, según el mensaje que nos mandó Tarzán a través de la liana inalámbrica que lo comunica con el Sistema Solar y sus alrededores, los pilló en plena discusión por la comida.
Esto, porque antes de llegar al lugar donde con suerte van a pegar las pepas pa’ poder hacer tuto, la producción les pasó un billete para que se aperaran de las cosas básicas pa’ echarle al buche en su estadía en la selva. Ahí empezaron los primeros choques de perso de estos dos enemigos.
Tras la compra de víveres hubo que meterse al agua pato, y como la Anita chiquita no sabe nadar, la pasó terrible de mal. Sólo el Huaiqui la ayudó a pasar la odiosa etapa.
La Geisha quedó como fiera y el que se le cruzara en su camino terminaría perdiendo. Juan de Dios no se le atravesó, pero de pavo se cayó en un pantano. Tuvo que ser rescatado por sus compipas.
XUXADAS IBAN...
Pero volvamos a la mocha, ya que la verborrea entre Anita y Pablo fue subiendo de calibre. El tema es que el pololo de Kel nunca imaginó las reales ganas que Anita le tenía. Si lo quería puro cascar por haberle jugado chueco a su Angie. Y por poquito se arma la rosca, pero sus compañeros los llamaron a la calma. Por suerte.
A todo esto, la laaarga caminata con rumbo a la aldea de los Bora hizo que los famosillos fueran perdiendo la paciencia. Como no les dio el cuero tuvieron que improvisar una choza en medio de la jungla.
Pa’ la anécdota quedará que Sandra “Buscamante” le pidió a la producción que por favor no le quitaran sus pastillas anticonceptivas. ¿Qué tal?
Informacion de: Noticias Hoy
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