Desconsolada y sin tener explicaciones salió la pesista chilena María Fernanda Valdés después de su participación en los Juegos Olímpicos Londres 2012. Y esto porque quedó desilusionada de su actuación.
Explotó en llanto la criolla y no sólo por lo que ella consideró una mala presentación, sino que también porque tuvo una discusión en camarines con el presidente de la Federación Chilena de Levantamiento de Pesas, Cristian Harthey, cuando aún se encontraba en competencia. Al ser consultada por el hecho no quiso entrar en detalles.
"Me sentía rara, muy mal. No estoy contenta con lo que hice, me desconcentré y no me sentía muy bien. Sentía que me empezaban a hablar y no me acuerdo más. Tenía inseguridad", dijo Valdés.
Además, fue muy autocrítica con su desempeño. "Quería estar metida entre las mejores, pero estoy cometiendo muchos errores y eso me está matando. Después de la lesión al tobillo siempre estuve con miedo, no tengo confianza y se que podía hacer esto mejor".
No se quedó ahí, porque a parte de llorar señaló sentirse "muy mal. No estoy para nada contenta con lo que hice".
Agregó que "las marcas que yo quería no eran esta, pensaba levantar 105 kilos en arranque y 135 en envión, pero me salí, me desconcentré, no sentía la espalda cómoda. No era yo".
Al término de la prueba Valdés quedó entre las diez mejores pesistas de Londres, tras marcar 96 kilos en arranque y 127 en envión, sumando un total de 223 kilos.
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